Llego a casa, ambos cachorros dormidos.
-¿Marquito está dormido ya?
-Le di un zapallito, y lo acuné un rato largo para que no me pida teta para dormirse...
-¡Buenísimo! ¿y se durmió nomás?
la contestación fue un solo gruñido:
-...le tuve que dar la teta.
Y bue. Cuando se amamanta, la facilidad tiene cara de hereje. :D