martes, diciembre 30, 2014

Cumpleaños!

Y siguen pasando los añitos...

Los 4 de Marco. Ceremonia en el jardín y festejo doble en casa. :D
Quelevamoacé. Hay que festejar.










El misterio de la bajada de la cama

Caso 1: Gloria, Victoria y Marco en la escuela, padre trabajando y ejerciendo de niñero. Selenia toma su siesta a media mañana, en la habitación de arriba y con la puerta entornada, y cuando descansa lo suficiente se escucha el balbuceo. Un buen día se escuchan algunas palabritas, que suenan peligrosamente cerca. Padre sube corriendo y encuentra cierta resistencia en la puerta. Se había bajado de la cama, y estaba intentando abrir la puerta para salir... ¿cómo bajó tan silenciosamente?

Caso 2: Comienza igual al anterior, pero esta vez logra abrir la puerta. Tengo que subir rapidísimo. Aún sin saber cómo hace para bajarse sin golpearse.

Caso 3: Se escucha un "daa". Todos abajo. Subo y ¡No está en la pieza nuestra! Busco y ahí está: parada al lado de la cama de los hermanos, en la otra pieza. Ok, no nos interesa resolver el misterio: ya tiene clarísimo cómo bajarse de la cama para explorar el mundo.







Los cocineritos...

Un pequeño resumen en forma de comidas, desde hamburguesas caseras, hasta muffins, tortas y flanes, pasando por fideos amasados y pizzas. Victoria comenzó un curso de cocina con Vero Fernández Campón, y se le sumó Marco, gran ayudante, para cerrar el año cocinando en el restaurant Buffalo para los familiares,
Espectacular. :D

Y la comensal más pequeña, feliz de poder catar tanta comida.
















De visita en el Parque Estancia La Quinta, se nos ocurre entrar a la Parroquia.
Selenia repitiendo un "ma" que va desde lo tímido hasta lo verdaderamente caradura para probar el eco, que también es copiado por el hermano... Todos mirando los vitraux, la altura de la cúpula, el pesebre... Victoria leyendo unos banners del Vía Crucis.

-Shhh! Hablá despacito. -Le decimos a Marco.
-¿Por qué hay que hablar despacito?
-Porque acá uno viene a hablar con Dios, a agradecerle, a pedirle algún deseo...
Momento de reflexión profunda, y con absoluta convicción, nos dice;
-Yo le voy a desear ventanas.