miércoles, octubre 15, 2008

Un accidente...


Hora de leer el cuento. Estamos en un período de abandono mamaderil.
Victoria pide una leche, pero en vaso. Mientras estaba sentada en medio de la cama, el vaso procede a resbalarse y dar una vuelta completa y cae en el piso, mitad sobre una revista, mitad repartida entre el colchón y el camisón de la implicada.

Sin dejar de despotricar, y dar explicaciones de padre de que hay que ser más cuidadoso, etc. etc. con ceño fruncido y todo, cuando ya limpiamos, pusimos la revista a secar, llevamos el vaso a la cocina, cambiamos a la pequeña y todo esto sin que ella abriera la boca, ella alega literalmente y midiendo sus palabras, en su descargo:

"A cualquiera le puede pasar un accidente."

Veredicto: inocente. Qué le vamoacé.

Recorriendo las sierras II - Los Gigantes

Desafiando al clima, nos fuimos a Los Gigantes.
Un poco humedad, un poco de trekking en la niebla, el R12 patinando por los caminos del Durazno... divertido al fin.

Victoria diciendo:
"Vengan, les voy a enseñar a escalar, hay que agarrarse de alguna piedra que salga, así, vengan, yo les enseño."

No me olvido más de la cara que puso gloria cuando caminamos de la mano, padre e hija, por una cornisita muy pequeña a unos 6 metros del suelo. En fin.

Algunas pinceladas más: Los jotes volando muy bajo, un par de pájaros que desafiando el miedo vinieron a comer galletas literalmente entre nuestras piernas, y una pareja que no quedó a salvo de Victoria: Federico y Valeria, que se enteraron de los nombres de toooodos los compañeritos de jardín, de que tenía una perra que se llama Lola, y vaya a saber uno cuántas cosas más. Salió sociable la niña. ;)



Nótese el coco en la mochila de Gloria: excelente almohada don Cocodrilo.