Un poco humedad, un poco de trekking en la niebla, el R12 patinando por los caminos del Durazno... divertido al fin.
Victoria diciendo:
"Vengan, les voy a enseñar a escalar, hay que agarrarse de alguna piedra que salga, así, vengan, yo les enseño."
No me olvido más de la cara que puso gloria cuando caminamos de la mano, padre e hija, por una cornisita muy pequeña a unos 6 metros del suelo. En fin.
Algunas pinceladas más: Los jotes volando muy bajo, un par de pájaros que desafiando el miedo vinieron a comer galletas literalmente entre nuestras piernas, y una pareja que no quedó a salvo de Victoria: Federico y Valeria, que se enteraron de los nombres de toooodos los compañeritos de jardín, de que tenía una perra que se llama Lola, y vaya a saber uno cuántas cosas más. Salió sociable la niña. ;)
Nótese el coco en la mochila de Gloria: excelente almohada don Cocodrilo.
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