sábado, septiembre 01, 2007

Esos momentos indescriptibles...


Volvimos de comer en la casa de la bisabuela de la Vic. Mucho silencio en la casa. No se escuchaba ni a Victoria ni a la Lola. Mala señal.
- Me hice un sánguche; no le pedí a nadie.- Dijo Victoria. Venía de la cocina con un pan de viena con mayonesa. Se paró orgullosa en medio de ambos, y en un instante, un momento infinitamente pequeño, la Lola vino corriendo de la cocina también y de las manos de la pequeña arrebató la mitad del pan. Victoria se quedó quieta como nunca, y luego de la sorpresa sacó la lengua en señal de bronca y le intentó agarrar el hocico como diciéndole "Te voy a dar, hija de una gran perra...".

Luego del ataque de risa, pudimos escribir esto.

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