Nos sentamos a comer algo, y en la mesa de al lado irrumpieron tres chicos, de alrededor de unos 14 años. Todos bien a la moda (supongo) con mechones de pelo sobre la cara y se pusieron a jugar con sus teléfonos (ya un deporte nacional). En nuestra mesa se escuchó lo siguiente:
M: ¡Qué pequeños para tener celular!
G: ¡Ni saben peinarse solos y ya tienen teléfono!
Se hizo un silencio. Nos miramos un rato. Nos cagamos de risa.
Sí señores... nos estamos poniendo viejos!
viernes, octubre 12, 2007
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