martes, diciembre 04, 2007

Sucedido en un cumpleaños de un compañerito de Victoria:

Martín (Padre), con la niña en brazos, camina rauda y decididamente por un patio de pasto, hasta las cercanías de un castillo inflable. Llega peligrosamente a las proximidades de semejante artefacto, e ignorando la ubicación de las estacas (barra de metal enoooorme con importante parte superior adecuada para recibir golpes de maza), coloca un pie descalzo exactamente en el mismo lugar de una. En respuesta a aquella máxima de la física que dice que dos cosas no pueden ocupar exactamente el mismo lugar (o algo así), se suceden muecas, gestos, saltitos ridículos y quejas del tipo "ay, auch, pisé una estaca, etc!".
La niña mira un rato, y deja grabado en el poco cerebro del padre un ejemplo de vida:
- ¿sabés? yo pisé piedras con el pie, y no hago tanto escándalo.


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